Descubre Por Qué Estás Siendo Un Peor Cocinero De Lo Que Pensabas
Para algunos el desempeño en la cocina es un arte que han dominado desde niños al ver a sus padres o algún familiar que les ha enseñado todos los trucos. Otros hasta estudian y desarrollan cursos para sobresalir a la hora de embarcarse entre hornos y sartenes. Sin embargo, existe otra raza de personas que ni siquiera se sienten cómodos estando rodeados de cuchillos afilados y cacerolas que ni saben para qué se utilizan.
Aún aquellos que tienen habilidad para cocinar y se enorgullecen de haber preparado grandes platos no sepan los secretos que revelaremos a continuación. ¡Esto no es como lo pensabas en la cocina! Aguacates, cuchillos y milanesas, nada es como creías.
¡El tocino no se fríe!
La panceta o tocino proviene del cerdo y es un elemento de alto valor en sal que suele ser un gran acompañante de comidas con carne o demás. Éste es tan conocido que suele aparecer en películas y sobre todo en sartenes al ser freído. Pero ello está lejos de ser lo que conviene hacer.
El tocino se ve arruinado en su sabor cuando entra en contacto con las grasas naturales que éste mismo libera, por lo que debería ser cocinado en el horno en una pequeña rejilla. Sí, hollywood nos ha mentido una vez más.
Los diferentes tipos de aceite que sirven para circunstancias variadas
Dada la gran gama de aceites que se pueden utilizar a la hora de cocinar, algunos son sugeridos para ciertas comidas, mientras que otros estropearían la misma en caso de ser colocados. El hecho se centra en que los aceites tienen diferentes puntos de ebullición, es decir, cuando se queman.
El caso más conocido es el de aceite de oliva, que es agradable a la hora de sazonar con un elemento crudo o ciertas cocciones, pero para nada para freír. Por otra parte, el aceite de coco es el adecuado para freír.
¿Palta oxidada?
La palta o aguacate es una comida que se ha vuelto popular a nivel mundial en los últimos años. Puede ser un gran acompañante natural y saludable en muchas comidas, pero lo negativo es que se oxida rápidamente.
Esta última transformación es sencilla de evitar. Para lograr que perdure aún más, puedes añadirle limón una vez preparado. Y en caso de guardarlo en su composición natural, colócalo en un bowl con agua para que conserve su color y demás propiedades.
¡Nunca mezcles a estos dos!
Tanto las yemas de huevo como el azúcar son dos de los elementos que más aparecen a la hora de cocinar algún postre. En su composición química estos no son compatibles y pueden acabar encontrando un gusto muy desagradable.
Lo que ocurre es que las yemas no permiten que los cristales del azúcar se disuelvan, y lo único que se puede realizar es batir apenas unos segundos, y de manera limitada.
No laves la carne
El agua es sinónimo de limpieza, de acabar con las impurezas que tiene la comida y mismo los seres humanos se bañan para acabar con las bacterias. El caso es que la carne nunca debería de ser lavada, porque se eliminan las sustancias que le dan propiedades como suavidad, color y textura, llevando a la carne a una composición poco apetecible y seca.
Asimismo, el lavarla no elimina en sí las bacterias que ésta podría transportar. Acuérdate que el cocinarla a altas temperaturas es lo más viable para suprimir los elementos dañinos que ésta podría tener.
Deberás cuidar tus procesos de cocción
A la hora de cocinar quizás no destines mucho tiempo porque necesitas retomar tu trabajo, salir de tu casa rápidamente o llevar a tus hijos al colegio, pero cierto es que deberías tener en cuenta los elementos que utilizas en el proceso.
Los cuchillos deberían estar seccionados para cada uno de los alimentos. Aquel que utilizas para el pan que sea exclusivo par éste y lo mismo con los vegetales. Puedes llevar a que las comidas pierdan su composición natural al utilizar siempre el mismo. Recomendamos que tengas uno para carne de vaca, otro para pescados, uno para quesos, otro para verduras y por último el del pan.
La mejor forma de utilizar la mantequilla
La mantequilla o manteca es otro de los grandes ingredientes que aparecen a la hora de cocinar algún plato. En variados casos se pide que ésta esté derretida o mínimamente suavizada, por lo que muchos optan por colocarla en el microondas, acción que no es recomendada.
Lo ideal sería cortar la mantequilla fría en pequeños pedazos y dejarla a temperatura ambiente para que vaya tomando calor. Aún mejor sería que si tienes en vista utilizarla, colócala durante unos días en un recipiente cerrado fuera del frío.
Mejor organización es igual a menos tiempo
El elemento que nunca se podrá recuperar en la vida es el tiempo, y a la hora de cocinar el tiempo es tan valioso como importante. Para ello, no existe una mejor manera que disponer de todos los utensillos disponibles cuando te embarcas en crear un plato.
No encontrarás los elementos que quieres si tienes las cacerolas sucias de la cocción previa, por lo que lava siempre lo que utilices. Sin dudas, acortarás tiempo como también prevendrás accidentes.
¡Así se guardan los alimentos que aún están calientes!
El choque de temperaturas extremas nunca es un buen símbolo de un cocinero con laureles. Debes saber que los alimentos calientes deben enfriarse completamente antes de ser ingresados en la heladera. En caso de no hacerlo, el proceso de enfriamiento no es pareja y las bacterias podrían aparecer.
Si los almacenas de mala manera, la comida se echará a perder de manera veloz. Y si crees que cubriéndolos los estás protegiendo, es todo lo contrario.
Haz esta modificación en tu receta preferida
Te revelaremos otro de las acciones que convierten en un cocinero común en alguien experto. No prestes atención si en la receta del libro que acabas de adquirir te pide que coloques hierbas frescas, sustitúyelas por hierbas deshidratadas.
El secreto se encuentra en que las hierbas secas tienen más aroma y pueden estropear tu plato con este ingrediente en su mayor exposición. La mejor opción es que hierbas frescas interactúen con las hierbas secas para neutralizarlas en cierta medida.
¿Lavas las fresas de esta manera?
Hasta el simple hecho de lavar una fruta como las fresas o frutillas puede generar un cambio rotundo en el plato que estás preparando. Quizás por esto es que el cocinar sea tratado como un arte en la cotidianidad de muchas personas.
En primer lugar, debes lavar las fresas y a posterior quitarles lo que se llama pedículo, lo verde que sobresale de ésta, para que no absorban el agua y modifiquen sus propiedades.
¡Cuidado con el agua!
Presta atención al nivel de cocción del agua que debes colocar en tu receta. Si explica que es a fuego lento, cúmplelo, lo peor que puedes hacer es que se te pase y éste tenga un nivel de hervor muy superior y que los sabores de lo que eches dentro cambie por completo.
El punto de cocción es tan importante como la calidad del alimento que adquieras a la hora de cocinar. Además, puedes ensuciar mucho más todo lo que rodea a tu cocina con un punto de cocción superior, y no queremos que contamines el resto de tu habitación.
Si quieres verduras, así debes tratarlas
Cada uno de los elementos que cocines tienen su manera particular de reaccionar, por lo que debes saber qué hacer con cada uno de ellos. Para saltear verduras, lo que deberías hacer es enjuagarlas, sacudirlas, secarlas y luego echarlas en una sartén, en ese mismo orden.
Asimismo, el salteado no debería durar más de dos minutos para que éstas no pierdan sus propiedades saludables y nutritivas. Y por último, asegúrate de que las hojas de las verduras -en caso de tenerlas- no estén mojadas con agua previo a colocarlas en la sartén porque se quemarán.
Los electrodomésticos son claves
No sólo que el hecho de que los elementos que utilices sean de gran calidad te brindarán un resultado superior, sino que el cuidarlos a éstos es igual de relevante. Cuando estés por hacer una gran comida, tómate el tiempo de comprobar que todos tus aparatos funcionen.
En adición, es mejor tener elementos básicos y que sepas como funcionan que un dispositivo de última generación que no sabes como utilizarlo y que podría arruinar toda tu cocina.
El secreto de preparar pastas
Cocinar pastas puede ser tan sencillo si estás enterado de que las ollas pequeñas no es lo mejor para éstas. La misma pasta te indica lo que necesita cuando la estás cocinando. Si ésta queda pegajosa es porque no tiene tanto espacio en la cacerola y el almidón ha entrado en acción al frotarlas entre sí.
El resultado puede ser fatal si es que no entiendes que mientras más grande sea el recipiente, más son las chances de que salgan de manera adecuada y no la mitad de la pasta cocida y la otra mitad sin cocinarse.
La sal correcta
Si bien los alimentos en sí ya llevan su propia sal, para generar más gusto, todos los cocineros suelen colocarle un toque más de cloruro de sodio. Es muy ventajoso conocer los diferentes tipos de sal que existen, la gorda, la de grano, la del himalaya y demás.
La primera de éstas tiene un sabor más importante y concentrado, debería utilizarse en sopas o salsas. La rosa del himalaya puede modificar las propiedades de lo que se cocine, mientras que la refinada podría ser el comodín y utilizarse para todos los casos.
Las tres fases del empanado
Las milanesas pueden ser uno de los platos más sencillos como también más deliciosos para preparar. Además de contar con un buen corte de carne, el empanado es lo otro que puede simplemente echar a perder este apetitoso alimento.
Son tres los pasos imprescindibles para lograrlo a la perfección, colocar harina, el líquido que se desee entre huevo, leche o leche vegetal y por último el pan rallado en sus fases triturado o galletas.
¡La pasta no se tapa!
Otra de las circunstancias que te llevará a cocinar unas pastas perfectas además del hecho del tamaño de la cacerola y la cantidad de agua es que cuando el agua esté hirviendo al cocinarla, para que no se pegue y se llene de almidón, lo mejor es NO taparla.
Lo más importante es dejar libre la combustión que genera la pasta cuando entra en contacto con el agua, no la tapes porque sino quedará como todo una mezcla homogénea.
¡Tampoco tapes el arroz!
Si bien existen unos elementos que directamente cocinan el arroz en su punto perfecto de manera automática hoy en día pero que cuestan sus billetes para tenerlo, éste tiene sus secretos para cocinarlos si no cuentas con aquel elemento mágico.
El arroz no debe taparse nunca, cuando esté listo debe quedar destapado para que se disuelva lo último de líquido que le queda. De otra manera, si queda tapado se seguirá cocinando por el vapor y puede llegar a pegarse un poco.
No calientes el chocolate de más
Algo tan rico y fabuloso como el chocolate puede quedar totalmente estropeado si se calienta por demás. Éste puede perder humedad, volverse pastoso y perder sus propiedades.
En caso de que lo quieras derretir, quítalo del fuego al momento que haya alcanzado la formación que deseas. Hasta lo puedes retirar antes de alcanzar el estado que quieres porque con su propio calor se seguirá cocinando unos minutos más.