Dúos Desastrosos: Frutas y Vegetales Que Nunca Deberías Plantar Juntos
Volcarte a la jardinería es una actividad para disfrutar y que te completa, además de que te permite cosechar tus propias frutas y vegetales. Sin embargo, plantar ciertas frutas y vegetales una al lado de la otra puede afectar de manera negativa en su crecimiento y salud.
Tómate un tiempo para entender y explorar las diferentes combinaciones de frutas y vegetales que nunca deberías plantar en conjunto en tu propio jardín, por los problemas que te podrían causar.
Tomates y Papas
Plantar tomates y patatas juntos o uno cerca del otro siempre debería ser evitado porque son ambos miembros de la familia de las solanáceas y son susceptibles a enfermedades similares como plagas y nematodos.
Si se plantan juntos, estas enfermedades se pueden viralizar fácilmente e infectar ambos cultivos, generando la reducción de sus frutos y pérdida de la cosecha.
Pepinos y Melones
Hacer crecer pepinos y melones cerca uno del otro debería ser evitado porque pertenecen a la misma familia y pueden realizar polinización cruzada, lo que da como resultado frutos de sabor amargo.
A su vez, atraen a las mismas pestes, como los escarabajos del pepino y los pulgones del melón, los cuales dañan ambas plantas. Si puedes, sepáralos al menos unos 400 metros para prevenir esta situación.
Ajo y Cebollas
Los ajos y las cebollas nunca deberían de ser plantados juntos porque liberan químicos que dañan el crecimiento de la otra. Ambas plantas pertenecen a la familia de allium, las cuales atraen a las mismas pestes, como los gusanos de la cebolla y trips, que pueden causar daños a ambos cultivos.
Si plantas estas cosechas juntas, puedes aumentar el riesgo de enfermedades, incluidas la Fusarium y podredumbre blanca, ya que pueden afectar a ambas plantas.
Zanahorias y Eneldo
Deberías evitar plantar zanahorias y eneldo juntos porque éste último atrae a las moscas que pueden oxidar las zanahorias y pueden colocar huevos cerca de éstas. Las larvas luego vuelan y se alimentan de las raíces del cultivo naranja y causan daños.
A su vez, el eneldo libera compuestos que pueden dañar el crecimiento de las plantas que crecen cerca, incluidas las zanahorias.
Coliflor y Brócoli
Hacer crecer el brócoli y el coliflor uno cerca de otro no se recomienda por algunas razones. En primer lugar, ambas plantas se alimentan mucho, por lo que requieren de diferentes nutrientes, que puede generar una competencia por los nutrientes de la tierra que comparten.
Sumado a ello, ambas son susceptibles a las mismas pestes y enfermedades, como pulgones y garfios, que pueden propagarse rápidamente entre las dos plantas. Por último, el brócoli y la coliflor tienen diferentes tiempos de maduración, lo que puede dificultar su cosecha en el momento adecuado.
Fresas y Coles
Hacer crecer coles y fresas juntas unas de las otras no es recomendable por varias razones. Ambas plantas atraen a las mismas pestes, como las babosas y caracoles, que pueden causar daños a ambos cultivos.
Las coles y las fresas son también las que disponen de diferentes pH del suelo, y requisitos de nutrientes, lo que puede dificultar su crecimiento al desarrollarse juntas.
Calabazas y Calabacines
Las calabazas y los calabacines pertenecen a la misma familia, y pueden sufrir de polinización cruzada si se desarrollan juntas. Esto puede resultar en una fruta deforme y en mal estado en consecuencia.
Sumado a ello, las plagas como las chinches de las calabazas y los barrenadores de la vid pueden propagarse fácilmente de una planta a otra cuando se cultivan juntas. Esto puede provocar que las infestaciones dañen los cultivos.
Menta y Perejil
No se recomienda plantar menta y perejil en el mismo jardín por muchas razones. Para empezar, la menta cuenta con raíces invasivas que se pueden expandir y competir con el perejil por los nutrientes y el agua del suelo.
Ambas plantas ataren diferentes pestes, por lo que si se plantan juntas, atraerán a variados peligros, llevando daño a ambas plantas. Por último, necesitan de diferentes condiciones del suelo, siendo la menta más preferente de luz solar y el perejil con sombra parcial.
Rábanos e Hisopo
Se recomienda mantener el crecimiento del hisopo y los rábanos separados por el conflicto que podría desatar los requerimientos en su desarrollo y la potencial infesta por pestes. Los hisopos pueden atraer gusanos de la col, que pueden dañar las raíces de los rábanos y reducir su rendimiento.
El mejor consejo es mantener una distancia considerable entre ambas plantas para evitar efectos negativos en su crecimiento y desarrollo.
Espárragos y Cebollas
Se aconseja evitar plantar los espárragos y las cebollas en una parcela y a proximidad por el conflicto que se puede dar en los requerimientos de su desarrollo y las pestes potenciales que pueden generarse por la liberación de químicos dañinos. Las cebollas liberan químicos que inhiben el crecimiento del espárrago, llevando a que no rinda tanto su cosecha.
Las pestes más molestas como los gusanos de la cebolla pueden herir las raíces de los espárragos. A su vez, las cebollas liberan compuestos de sulfuro que pueden dañar el crecimiento de las plantas más cercanas.
Maíz y Tomates
El maíz y los tomates no deberían ser plantados juntos y en un jardín por las pestes similares que atraen. Las pestes como los gusanos de tomates y del maíz se sienten atraídos a estas plantas y pueden dañar la cosecha, además de causar enfermedades.
Al plantarlas juntas, podrían generar un riesgo mayor y riesgo de infestación, lo cual puede ser negativo para la salud del jardín.
Papas y Girasoles
Se recomienda que para cosechar papas y girasoles, se haga de manera separada, por las diferentes condiciones necesarias para que se desarrollen y que pueden atraer pestes dañinas para cada una de ellas. Los girasoles pueden atraer pestes como el escarabajo de la papa de Colorado, el cual daña a las patatas.
Al hacerlas crecer por separado, reducirás el riesgo de infecciones y ambas podrán florecer de manera independiente.
Berenjena e Hinojo
Bajo ningún concepto se recomienda plantar berenjenas e hinojos en las cercanías por los requerimientos conflictivos y potenciales que pueden atraer infecciones. El hinojo atrae los escarabajos pulgas, los cuales dañan las hojas de las berenjenas, llevando a que su crecimiento se frene y su cosecha sea reducida.
Por ende, lo mejor es que ambas plantas mantengan su distancia para prevenir efectos negativos tanto en su desarrollo como crecimiento.
Repollo y Frijoles Polares
Hacer crecer repollos y frijoles polares juntos nunca debería ser tenido en cuenta porque los frijoles son conocidos por fijar el nitrógeno en el suelo, lo cual puede causar un problema en el crecimiento del repollo.
El exceso de nitrógeno puede llevar a que el repollo se desarrolle por demás y sus hojas a expensas de formar una cabeza adecuada. Lo mejor sería que se desarrollen por separado para asegurarse un crecimiento saludable.
Rábanos y Espinacas
Los rábanos y las espinacas no pueden crecer juntas porque ésta última atrae mineros de hojas. Se trata de una peste que puede dañar las hojas de los rábanos y provocar una complicación en su crecimiento.
Como resultado de ello, lo mejor es plantar estas dos cosechas por separado, para evitar cualquier problema de pestes o algún daño a estas plantas.
Tomates y Ajíes
Los tomates y los ajíes no deben ser cosechados en conjunto y en la misma área. Por caso, ambas plantas atraen a las mismas pestes, como los pulgones y las moscas blancas.
Si se deja que se propaguen, las plagas pueden pasar rápidamente de una planta a otra, lo que podría provocar daños generalizados.
Pepinos y Salvia
No se recomienda plantar salvia y pepinos cerca unos de otros porque la salvia contiene un compuesto químico llamado tujona que puede dañar el crecimiento de las plantas cercanas, incluida la del pepino.
La tujona puede inhibir la fotosíntesis y reducir la absorción de nutrientes por parte de los pepinos, lo cual llevará a un crecimiento problemático. Será mejor en todo caso, que la salvia y los pepinos crezcan en zonas separadas de un mismo jardín.
Maíz y Frijoles
Plantar maíz y frijoles juntos puede llevar a ciertos problemas, ya que éstos últimos atraen pestes como los gusanos del maíz y pueden dañar ambas cosechas.
Para peor, los frijoles y el maíz presentan diferentes requerimientos de nutrientes, por lo que plantarlos juntos puede llevar a una competición de nutrientes, frenando el crecimiento de ambas plantas. Por ello, será mejor evitar plantar frijoles y maíz juntos para evitar estos inconvenientes.
Cebollas y Guisantes
Las cebollas liberan un químico denominado alelopático que puede impedir el crecimiento de las plantas cercanas, incluida la de guisantes. Este químico puede afectar la germinación de las semillas de guisantes y reducir el crecimiento general de la planta.
Aún para peor, las cebollas atraen pestes como los gusanos de cebollas que pueden ser negativos para la planta de guisantes. Por ende, lo mejor sería evitar plantar cebollas y guisantes cerca una del otro para asegurar un crecimiento óptimo para ambas.
Albahaca y Col Rizada
La albahaca y la col rizada no deben desarrollarse juntas porque requieren de diferentes nutrientes, tazas de crecimientos y necesidades de agua. La albahaca requiere de más agua y nutrientes que la col rizada, por lo que puede frenar su crecimiento.
Sumado a ello, al albahaca crece velozmente y puede generarle sombra a la col rizada de crecimiento lento, reduciendo su cosecha. La albahaca atare pestes como las moscas blancas, que pueden propagarse y dañar la col rizada.
Tomates y Remolachas
Las remolachas y los tomates no deberían crecer juntos porque la primera de ellas atrae pestes como el gusano del tomate, que puede dañar a su compañera de terreno. A su vez, las remolachas crecen de mejor manera en una temperatura fresca, por lo que si la plantas cerca de los tomates, las remolachas crecerán muy lento o no lo harán.
Los tomates son también aquellos que florecen en el suelo húmedo, mientras que las remolachas necesitan de tierra más seca. Hacer crecer a estas dos plantas en conjunto podría causar falta de nutrientes y otros inconvenientes.
Pepinos y Ajíes
El desarrollo de los pepinos puede verse frenado si se encuentra bien cerca de los ajíes. Esto se debe a la competición por los recursos disponibles como la luz solar, el agua y los nutrientes.
Los ajíes son también los que pueden expandir ciertas pestes y enfermedades que pueden generar un daño en las plantas de pepinos. Sumado a ello, el compuesto químico que puede ser liberado por los pepinos pueden inhibir el crecimiento de los ajíes y su germinación.
Zanahorias y Chirivías
Plantar zanahorias y chirivías demasiado cerca puede generar una consecuencia desafortunada para tus cosechas. Las chirivías pueden atraer pestes, como la mosca de zanahoria madura y que se puede expandir hacia tu cosecha de zanahorias.
Sumado a ello, puede existir una polinización cruzada entre estas dos plantas, por lo que sus frutos podrían desarrollar un gusto amargo. Para limitar las pestes y la polinización cruzada, deja cierta distancia entre tus zanahorias y las chirivías.
Guisantes y Ajo
No se recomienda plantar guisantes y ajos cerca unos de otros por sus efectos negativos y el daño que le puede generar a los guisantes en su desarrollo.
El ajo presenta un compuesto natural denominado alicina, el cual actúa como un agente inhibidor que puede reducir tanto el promedio de crecimiento como la cosecha de guisantes. Lo mejor sería plantar los guisantes y el ajo lejos uno de otro, en diferentes áreas.
Brócoli y Remolachas
Cuando se trata de hacer crecer vegetales, las remolachas y el brócoli no mantienen una amistad. Las remolachas pueden ser un imán para las pestes como la chinche arlequín, que podría causar graves daños al brócoli.
Sin mencionar que las remolachas también pueden transmitir enfermedades al brócoli cercano. Demasiada proximidad entre ellos simplemente no es una buena idea.
Cebollas y Zanahorias
Las zanahorias y las cebollas no deberían compartir tierra ya que la primera de ellas puede atraer pestes como al gusano de las cebollas y larvas de moscas que pueden penetrar en las cebollas y provocar que se pudran.
Esta plaga también puede generar bacterias dañinas en el cultivo de la cebolla. Las zanahorias plantadas lo más lejos unas de otras pueden actuar como cultivo trampa atrayendo insectos y bichos lejos de las cebollas.
Pepinos y Maíz
El escarabajo de maíz puede expandir enfermedades, como el virus del marchitamiento y del mosaico, que es perjudicial para los pepinos y también puede dañar al maíz. Sumado a ello, el maíz ocupa mucho espacio, luz y agua, por lo que podría desplazar a los pepinos y limitar su crecimiento.
Plantar pepinos y maíz bien cercanos podría llevar a que compitieran por algunos recursos, y ninguno de los cultivos produciría los resultados deseados.
Calabazas y Papas
Las calabazas y las papas no deberían ser cosechadas en conjunto bajo ningún motivo por la potencial contaminación cruzada de pestes y enfermedades.
Las calabazas tienen una tendencia a atraer a los escarabajos de los pepinos y los escarabajos rayados del pepino pueden viralizar virus como el del mosaico y el virus de la mancha de la hoja de la calabaza en las patatas. Las dos plantas presentan requisitos similares y el hacinamiento de ambas puede sobrecargar el suelo y hacerlo más propenso a enfermedades como el tizón de la papa.
Pepinos y Tomates
Los pepinos y los tomates no deberían desarrollarse juntos ya que atraen las mismas pestes, como el gusano del tomate y el escarabajo de los pepinos.
Esta ensalada natural en el jardín comparte ciertos nutrientes que requieren, por lo que la tierra luchará por dárselos. Para más, estas dos plantas han sido conocidas por su polinización cruzada, lo que da como consecuencia, frutas y semillas de peor calidad.
Frijoles y Cebollas
Se aconseja evitar plantar frijoles y cebollas cercas unos de otro porque requieren de diferentes oportunidades de crecimiento, y las pestes que atraen pueden dañar a la otra planta. Las cebollas son aquellas que presentan una tierra bien drenada, y los frijoles más humedad.
A su vez, las pestes como los hongos de las cebollas pueden atacar a los frijoles, mientras que los escarabajos de los frijoles pueden dañar a las cebollas. Sólo asegúrate de mantenerlas separadas para reducir el riesgo de enfermedad.