El Hombre Cuya Vida Cambió Al Creer Ver A Un Castor Angustiado En El Barro
Es muy fácil sentirse débil emocionalmente ante un animal. Ellos son genuinamente puros y muy fáciles de encariñarse cuando no estás para nada bien. Esta historia tiene un poco de todo. Debes prepararte para una aventura que te llevará por un camino muy emotivo.
Es triste, pero a la vez inspiradora. Es feliz, pero también desalentadora. Si te preguntas cómo es eso posible, estás a punto de descubrirlo. Esta es una historia sobre el amor genuino de un hombre por los animales y los límites que está dispuesto a cruzar para demostrarlo.
Un día que comenzó como cualquier otro
Era un día que iba a modificar la vida de Jim Passmore para siempre. Era un día que él nunca olvidaría. Era un día que comenzó como cualquier otro.
Él es nativo de Broken Arrow, Oklahoma, y amaba tomar paseos. Era una fresca mañana de marzo y él hizo lo de siempre, llevó consigo su perro para una caminata casual por el bosque. Aunque, no sería como cualquier otra caminata.
Jim Passmore
Jim ama la naturaleza, y es lo suficientemente suertudo para tener un poco de todo en Broken Arrow. Él siempre ha sido alguien que realmente puede disfrutar de la naturaleza y todo lo que tiene para ofrecer. Colinas, lagos de color azul cristal, y algunas de las vistas más preciosas era cuestión de día a día para él.
Había pocas cosas que Jim amaba más que la vida salvaje y sus escénicas caminatas, y su perro estaba definitivamente en ese listado. Él amaba a su perro más que cualquier cosa.
A dar un paseo
El trío -Jim y sus dos perros- caminaban por el mismo pasaje de manera frecuente. Sin embargo, Jim notó algo extraño en el arroyo aquel día mientras estaba realizando su caminata.
Él se acercó, pero era increíblemente complicado el saber exactamente a qué estaban observando. Parecía como un tronco flotando en el agua. Pero cuando lo miró mejor, pudo ver algo de pelo.
Un animal había quedado atrapado
Parecía como que una especie de animal había quedado atrapado en el barro. Jim no estaba seguro, por lo que se acercó un poco más para ver qué es lo que estaba luchando. Parecía débil, pero lo que sea que haya estado atrapado en el barro cerca de la orilla del arroyo.
Jim suele caminar por alrededor del arroyo durante media hora por día, pero en aquella jornada él se iba a quedar más tiempo que eso.
Los perros de Jim también percibían algo
A medida que Jim se acercaba al misterioso montículo, él notó que su perro comenzó a actuar raro. Estos dos perros habían recorrido el área muchas veces y estaban aclimatados a ella, por lo que eso era especialmente extraño.
Los perros comenzaron a gruñir muy grave, desde sus viseras. Sus perros no le permitían caminar cerca del montículo. Ellos parecían estar protegiéndolo de algo, pero Jim no sabía de qué. Sus mascotas se comenzaron a retirar de la escena.
El increíble descubrimiento
Él siguió su intuición y continuó adelante para descubrir qué estaba flotando. Primero, notó una jaula de animales. De acuerdo, eso fue extraño, pero podría ayudar a descubrir qué era este animal.
Su primer pensamiento fue que se trataba de un castor. Eso tendría sentido. Es decir, el castor flota en el agua todo el tiempo. Es seguro que éste sólo se preocupa por su propio negocio y hace lo suyo. Pero, la jaula hizo que esa afirmación pareciera extraña.
Lo que encontró lo hizo estremecer
La jaula parecía una de esas en las que puedes transportar animales. Él le echó un vistazo dentro para poder recolectar más información sobre quién había habitado la jaula.
Quizás el castor estaba utilizando la jaula como refugio o tal vez fueron unas pocas marmotas usando una jaula abandonada como su hogar. Los escenarios siguieron corriendo por la cabeza de Jim. Pero ese no fue el caso en absoluto. Lo que vio Jim le envió una ola de escalofríos por toda la espalda.
Era a propósito
Había heces por todo el suelo de la jaula. Jim también pudo encontrar una manta increíblemente sucia y una cadena que pesaba bastante. Este fue el instante en el que Jim pensó que algo no estaba bien.
Alguien había hecho esto a propósito. Alguien había encadenado al animal a la jaula y éste ya no estaba allí. Jim pudo ver varias marcas extrañas en la jaula. Había una mordedura gigante en un costado de ésta.
¿Quizás se trataba de un castor?
Para aportar más incertidumbre a la situación, un castor salió del bosque y se quedó observando a Jim. Él siguió al castor hacia el cauce del río hasta que finalmente se detuvo.
Jim no tenía idea de lo que estaba haciendo, siguiendo a un castor, pero sintió que era lo que necesitaba hacer. A un par de metros del castor, había un animal que estaba luchando. Era el mismo montículo que Jim había visto más temprano.
Jim le hizo caso a su instinto
La humedad del bosque y el suelo se había vuelto cada vez más suave. Jim se aventuró y rápidamente vio que el animal era más grande que un castor. No podría ser un castor.
La gran criatura parecía estar atrapada en el barro y, sin pensarlo, Jim entró en acción. Tenía que ayudar al pobre bicho, pero una cosa seguía rondando su mente; todavía no tenía idea de qué era esa cosa.
Él estaba a punto de salir
Lo que sea que fuera, Jim estaba seguro que se iba a liberar. Él no podía permitirse dejar a un animal que estaba luchando por su vida.
Jim pudo descifrar que en sí, si se trataba de un castor, iba a ser increíblemente territorial. Su presentimiento le hizo sentir que no se probablemente no se tratara de un castor gigante, pero aún así necesitaba guardar recaudo de aquellos dientes en caso de que éste se libere y quisiera tirarle un mordisco como a una ensalada.
¿Podría ser rabioso?
Los castores suelen morder a los humanos cuando tienen rabia, por lo que esta situación podría transformarlo en un héroe como en un hecho desastroso muy rápido. Jim llamó a algunos expertos para que le ayuden, y uno de esos acabó siendo mordido.
El grupo lo llevó velozmente al hospital, pero el resto del equipo acabó permaneciendo en el lugar para poder quitar al animal del lodo. Jim debía idear un plan para evitar ser atacado otra vez.
Era su única opción
Jim se dio cuenta que tenía que cubrirle la cabeza al animal. Él no tenía idea de cuánto tiempo había permanecido en el arroyo y seguramente estaba alarmado por el gran número de personas que intentaban sacarlo de allí.
El animal se calmó a los minutos de que colocaron una prenda por encima de su cabeza. Es decir, no les vamos a mentir, hasta nosotros nos asustaríamos si de repente nuestra visión se apagara, pero era lo mejor para el animal.
Necesitaban un plan
Jim necesitaba un plan que pudiese quitar al animal del agua. Él intentó cavar alrededor del mismo, pero como el animal estaba casi sumergido en el lodo, ello fue increíblemente difícil.
Ellos necesitaban un sistema de poleas o una especie de grúa. Desafortunadamente, no iba a existir una grúa a disposición en el corto período, por lo que debieron instar por la polea. A pesar de ello, rápidamente se dieron cuenta de que había una falla.
Su plan finalmente sirvió
El misterioso animal se rehusaba a ceder. Parecía como si quisiera estar atorado y no buscara ser liberado. Aunque ellos, continuaron intentando y eventualmente, comenzaron a sentir que se aflojaba.
Esto le dio un alivio para poder intentarlo aún más fuerte. Le dieron un último tirón, y el "castor" fue alzado a una zona segura. Pero justo cuando Jim liberó la cara del animal, se echó para atrás.
No se trataba de un castor
No se trataba de ningún castor gigante. No era una marmota gigante. Se trataba de un perro. Debajo del lodo yacía un perro pastor tembloroso, pero hermoso. No estaban tratando con un castor territorial, estaban lidiando con un perro asustado.
Parecía que el perro había estado allí durante bastante tiempo, pero estaba en relativamente buena forma considerando todas las cosas que parecían sucederle. Entonces, ¿cómo llegó allí?
¿Era el compañero del castor?
Jim llamó a la policía, y éstos llegaron rápidamente a la escena. Lo más bizarro de toda esta situación para Jim es que había sido llevado hacia el perro por un castor que había encontrado junto a una jaula.
¿Este perro estaba siendo cuidado por el castor? Es decir, obviamente, no hay mucho que pueda hacer un castor por un perro, pero está bueno tener una fantasía como si fuesen mejores amigos.
Tenían una prioridad principal
La mayor cantidad de tiempo que las personas pasaban con el perro, más se daban cuenta de que él se encontraba en una condición muy pobre. El perro apenas si respondía a los estímulos.
La prioridad principal era la de que el perro estuviese cómodo y en un lugar caliente. Le colocaron el apodo de Teddy. Al ponerle una sábana sobre él, parecía que Teddy comenzaba a mejorar en términos de salud inmediata.
No podía caminar
Ellos sabían que tenían que llevarlo a un profesional para que lo tratara de inmediato. Pero Teddy no estaba en una buena forma como para estar caminando por sus propios medios.
Por lo tanto, decidieron utilizar todos los recursos que tenían alrededor, se hicieron de una carretilla. Ellos no podían ir velozmente a un carro e irse. Teddy lucía obviamente cansado por una experiencia de estar constantemente tratando de respirar mientras el lodo lo apresaba.
Utilizaron todos sus recursos
Jim llamó a la Alianza de Animales de Oklahoma y se unieron para que Teddy recibiera cuidados de inmediato. El equipo les advirtió que se harían cargo del trabajo a partir de allí.
Teddy aún no era receptivo con los humanos, y aunque se desconoce la forma en que terminó en el arroyo, existen teorías creíbles. Una teoría era que fue atropellado por un automóvil, resultó herido y su dueño lo dejó morir.