La Conmovedora Historia Del Hombre Que Crió A Un Alce
Los miembros más grandes de la familia de los ciervos son los alces, y son quienes parecen los más amigables entre los animales relacionados a los ciervos. Pero de hecho, estos pueden ser muy peligrosos. La mayoría de las personas podrían sentirse intimidados cerca de estas criaturas de más de 450 kilos, pero ello no sucedió con Erikas Plucas.
Al ser granjero, Erikas estaba acostumbrado a cuidar de los animales y aquellos instintos fueron exactamente los que se evidenciaron cuando se encontró con una cría de alce que estaba en peligro. Continúa leyendo para descubrir cómo se desarrolló una amistad de por vida entre el alce y este hombre, que hasta impactó en las cacerías que se desarrollaban en la zona.
La Vida Pastoral
Él es Erikas Plucas, un granjero de Lituania. Él vive en una granja muy cercana a un bosque en donde, en ocasiones, puede experimentar todas las maravillas de la naturaleza. Como muchos residentes de áreas rurales, él puede encontrar paz en la soledad que le brinda el vivir lejos de las áreas urbanas más pobladas.
Si bien Erikas está alejado de las ciudades más pobladas y las zonas metropolitanas, goza de mucha compañía. Erikas experimenta todo el tiempo ciertos encuentros tanto con animales de granja como animales salvajes que provienen del bosque.
Un Descubrimiento Inesperado
Un día, cuando Erikas arribó a su hogar, descubrió una cría de alce que yacía junto a la puerta de su granja. Usualmente, encontrar un animal así significa que la madre está cerca y que ella podría significar una amenaza para la vida del humano que la encuentre.
Erikas observó los alrededores para visualizar a la madre, pero no pudo identificarla. Fue recién entonces que observó con detenimiento a la indefensa cría. Él se acercó muy despacio para no asustarlo. Luego de la inspección, Erikas estaba seguro de lo que había atravesado ese pequeño animal.
En Búsqueda De Seguridad
A medida que Erikas se acercaba a la cría de alce, él se dio cuenta que no podría tener más de dos semanas de vida. "Cuando la miré por primera vez fue conmovedor" comentó. Como cualquier otro animal que es aún una cría, este alce se mostró asustado al ver a Erikas.
Sin embargo, la cría estaba demasiada débil para huir. Sin su madre cerca, esta cría de alce no disponía ni de comida o seguridad. Sucia y rodeada de moscas, el pequeño animal estaba claramente desesperado por ayuda.
¿Qué Sucedió?
A medida que Erikas visualizaba al pequeño y débil alce, comenzó a pensar lo que podría haber sucedido para que éste llegara a un estado como en el que se encontraba. La respuesta más clara fue que la madre del pequeño podría haber sido lastimada.
Él dedujo que la madre de la cría podría haber sido tomada por cazadores. Este alce apenas recién nacido debió de instintivamente haberse alejado de la zona. Ella había quedado muy dañada para continuar su camino en solitario y de alguna manera sintió que la granja sería un lugar seguro. Algo la había llevado a la puerta de la granja de Erikas, alguna razón debía de existir...
Control De Daños
Luego de encontrar a un animal salvaje, lo primero que se hace es contactar a los servicios de animales. Eso fue exactamente lo que hizo Erikas. Mientras que esperaba que éstos llegaran, hizo lo que debía hacer para mantener a la cría de alce viva.
Él recolectó la mayor cantidad de hojas verdes que pudo y se las ofreció al pequeño alce junto a un poco de leche. El tiempo de este acto debió ser vital porque el alce ya estaba en una condición paupérrima y los servicios sociales aún no podrían acercarse a la granja hasta el día posterior.
Falta De Apoyo
El joven alce recibió de muy buena manera el alimento que Erikas le ofreció. Ella estaba confiada de que debía de alimentarse rápidamente para sobrevivir. Después de todo, Erikas estaba feliz de ver que posiblemente la cría sobreviviría a la noche.
Como Erikas ya se había contactado con los servicios sociales, el próximo paso era el hacerse de algunos consejos. Erikas se contactó con algunos amigos pero se sorprendió al darse cuenta que todos tenían la misma reacción negativa. Lo alentaron a "dejar que la naturaleza se encargue de él" explicó Erikas.
Erikas Estaba Comprometido En Ayudarla
Sin darle mucha importancia a lo que el resto le comunicó, Erikas ya tenía en su cabeza la decisión de salvar a la cría de alce. En una muestra auténtica de amor del granjero hacia la naturaleza, no cabía en él la posibilidad de dejar expuesta a una criatura tan necesitada, en especial luego de brindarle tanta seguridad.
Las probabilidades de supervivencia de este pequeño eran muy pocas en aquel entonces, y Erikas no estaba dispuesto a descartar que se pueda dar un milagro. Afortunadamente, él contaba con un granero que mantendría al alce alejado de los predadores. Sin embargo, al día posterior, el alce recibió mucha indiferencia por parte de los servicios animales.
Existía Sólo Una Manera De Que Quede A Salvo
Las condiciones de la cría de alce habían mejorado al día posterior cuando los servicios animales arribaron. A pesar de esto, la entidad llegó con malas noticias. Como no existía un servicio que cubriera el cuidado de animales salvajes que quedaran huérfanos en Lituania, no podrían brindarle ayuda.
Empero, ellos le aconsejaron a Erikas que se contactara con los cazadores locales y preguntara si alguno se había hecho de un alce en los últimos días. Quedaba claro que, la única manera de que el pequeño se criara lejos del peligro era si Erikas lo cuidaba como si fuese un bebé propio.
El Comienzo De Una Amistad
Luego de pedir ayuda a algunos amigos, muchos de ellos insistieron en su preocupación que podría ser ilegal que Erikas tomara a un alce salvaje bajo su custodia. Erikas le mencionó el hecho al servicio animal, y para su sorpresa, ellos le aseguraron que estaría bien en caso de que él decidiera quedárselo.
Sin embargo, también le advirtieron que él sería completamente responsable de lo que le sucediera a ella de allí en adelante. Aún sabiendo que él no recibiría ninguna ayuda de otros, aún así, Erikas accedió a hacerse cargo del alce.
Le Tenía Miedo A Todo
El alce supo que Erikas no era como el resto de los humanos, o por lo menos sintió que su voluntad era la de ayudarla. El alce se asustaba de todo y se quedaba petrificada, a excepción de él.
La sanación física por la cual debía atravesar era otro camino. Por otra parte, existía un componente emocional en el cual Erikas debía de potenciar también. Como el alce había sufrido muchos eventos que le generaron temores a temprana edad, Erikas necesitaba poner esfuerzo en re-construir la confianza en el animal.
De Repente Se Convirtió En Padre
Erikas llamó a la cría Emma y se comprometió a estar para ella durante el tiempo que lo necesite. Esta no era una tarea sencilla porque ella era una cría. Emma necesitaba de ser alimentada de manera frecuente y necesitaba de la presencia de Erikas casi constantemente.
Ni bien él ingresaba a la casa, ella comenzaba a llorar. Por ende, él comenzó a dormir en el granero sólo para que Emma se sintiera a salvo. Él no quería desperdiciar todos sus esfuerzos en el pequeño alce. Emma fue criada para confiar en Erikas por encima de todo el resto.
Ella Encontró Su Lugar De Confort
Erikas continuó cubriendo todas las necesidades de Emma, por lo que ella comenzó a confiar aún más en él y en toda su granja. Por lo menos, la cría de alce se podía sentir más a gusto y segura en su nuevo hogar.
Sin embargo, Erikas supo que ella no podría vivir en la granja para siempre. Él quería darle un estilo de vida común y sabía que gradualmente debía de incentivar su re-ingreso a la vida salvaje. A Emma le generaba mucho temor todo lo que yacía por fuera de su burbuja de seguridad, por lo que devolverla a ser un alce que se valiera por sí misma sería un desafío enorme.
Creciendo
Por todo el amor y apoyo que Erikas le brindaba, Emma comenzó a ganar en tamaño. Erikas supo que había llegado el momento de sacarla de su zona de confort y lo hizo al llevarla a pasear al bosque.
Él se esperanzó con el hecho de que llevarla a recorrer un ambiente natural le desarrollara sus instintos naturales. A pesar de sus experiencias traumáticas, Emma seguía los pasos de Erikas a donde fuera que vaya. En un principio, ella dudaba en re-insertarse en el bosque, aunque luego, confió en el hombre que la había criado.
Enseñándole Lo Que Hay Que Hacer En El Mundo Salvaje
Sin una madre presente para que le enseñe lo que es vivir en estado salvaje, Emma estaba mal equipada para cuidarse a sí misma. Afortunadamente, Erikas tenía bastante conocimiento sobre la vida natural y el bosque.
Como ella ya estaba casi totalmente desarrollada como adulto, era imperativo el enseñarle a Emma todo lo que pudiera previo a lanzarla nuevamente a la naturaleza. Entonces, Erikas la llevó rumbo a áreas seguras donde había comida. Él hizo su mejor esfuerzo para comunicarle por donde ella debía ir y donde no debía, hasta llegado el momento que pudiese.
Sintiéndose A Gusto En La Naturaleza
Gradualmente, Emma se sintió cada vez más a gusto en la naturaleza. Además, de transitar caminatas, ella y Erikas comenzaron a nadar en los lagos que existían cerca de la granja. En días soleados como también nevados, al dúo se lo podía ver disfrutando de varias horas juntos en el exterior.
A medida que ella comenzó a adaptarse a diferentes cuestiones que ofrecía la vida salvaje, Emma ganó increíblemente en confort y confianza. Cuando se trataba de humanos, el único con el cual se sentía bien era con Erikas. Él comentó, "conmigo, ella es gentil y amorosa".
Un Gigante Gentil
Emma se había acostumbrado tanto a Erikas que incluso comenzó a notar su fuerza cuando estaba cerca de él. Era debido a él que ella había podido crecer y mostrarse fuerte, pero también ello la convertía en un peligro.
Erikas no podía confrontar de ninguna manera la fuerza de Emma ahora que había ganado cientos de kilos en peso y en poder. Sin embargo, ello nunca fue un problema, ella siempre fue cuidadosa de no lastimar al hombre que había cuidado de ella.
Demasiado Buena Para Ser Cazada
La gentileza de Emma hacia Erikas era algo que simplemente él no podía mantener en secreto. Ella era la prueba de que los alces son criaturas emocionales y que son capaces de cuidar no sólo a los de su especie, sino también a un humano.
Emma ya había crecido y estaba cerca de recorrer la vida por sus propios medios. Erikas no podía arriesgar a que Emma corriera el mismo destino que su madre. Él debía de hacer algo para asegurarse la vida de Emma, por lo menos todo lo que fuera necesario para poder lograr tener paz en su cabeza.
Modificó La Forma De Pensar De Los Cazadores
Erikas decidió invitar a algunos cazadores para que puedan ver que Emma era mucho más que un pedazo de comida. Su inteligencia era evidente en su habilidad de contenerse y evitar causar daño. Su amor también era aparente en la manera en la que se comportaba con Erikas.
Efectivamente, los cazadores que visitaron la granja prometieron no infligir daño al dulce animal. Algunos de ellos decidieron que evitarían cazar alces que estuviesen en grupo, mientras que otros decidieron dejar la caza.
Se Fue Durante Todo Un Día
Gracias al amor y a la ayuda de su amigo humano, Emma ganó mucha confianza. Ella pasó de tenerle temor al bosuqe a segiurle los pasos a Erika en sus paseos por el bosque a cada día.
Eventualmente, ella comenzó a deambular por sus propios medios. Como cualquier padre, Erikas debió acostumbrarse a su ausencia y debió confiar que volvería sana. Él sabía que los cazadores locales no la lastimarían y que ella era muy fuerte, pero aún así estaba preocupado.
Aprendiendo A Dejarla Ir
El miedo de Erikas se disparó la primera noche en la cual Emma vivió en el bosque. Él recuerda que apenas durmió. El lugar al cual él le había enseñado a Emma a confiar, era por entonces la fuente de todos sus miedos.
Sin embargo, él supo que era exactamente lo que había deseado y lo que había esperado para ella mientras la criaba. Efectivamente, Emma retornó luego de cada una de sus aventuras. A salvo, crecida y totalmente independiente, ella estaba comenzando a vivir su vida en estado natural y en su hábitat.
Ella Aún Visita Su Casa
A pesar de estar confortable en estado salvaje, Emma aún retorna a la granja de Erikas cada día. Ahora que ella no necesita de él para sobrevivir, su amor queda más expuesto. El único incentivo para su vuelta es el de disfrutar un tiempo con el hombre que la ha criado.
Erikas no podría estar más orgulloso por el hecho de que Emma es capaz de sobrevivir por sus propios medios. Al mismo tiempo, es un alivio para él que ella retorne a cada rato.
Emma Tenía Una Sorpresa
Emma ya contaba con una casa en el bosque y un lugar en donde quedarse en la granja, y parecía que nada podía ser mejor para ella. A pesar de esto, todo cambió cuando Erikas notó una particularidad.
Emma había vuelto a casa como era usual, pero algo se sentía fuera de lo común. Gradualmente, Erikas pudo darse cuenta que estaba ganando más y más en tamaño. Y eso que ella era ya una adulta por completo, pero su estómago continuó hinchándose. Allí fue donde todo encajó.
Ella Se Convertiría En Madre
Erikas no es un veterinario, pero sí que trata con animales en su granja. Ver a animales preñados no era una circunstancia nueva para él, y confirmó día a día que Emma había quedado embarazada.
No sólo que estas eran espléndidas noticias porque habría más alces alrededor sino también porque significaba que ella lo había logrado. Sobrevivir por su propia cuenta era algo, pero el empezar una familia era todo un nuevo nivel de éxito.
Amigos Para Siempre
Emma floreció en el alce que siempre debía de haber sido. Eso no le evitó retornar a la granja a cada día para visitar al hombre que había logrado que todo ello suceda.
De no haber sido por Erikas, ella no habría sobrevivido en aquellas semanas. En la actualidad, Emma no sólo que creció por completo, sino también que también dejará descendencia. Si una cosa es segura, es que su pequeña cría estará más que segura con una madre con confianza como Emma y un amigo humano tan leal como Erikas.
Otro Encuentro Accidental
Darius Sasnauskus vivía en lo más alto del Parque Nacional Yellowstone cuando se topó con algo inusual. Él visualizó a una pequeña familia de ciervos. Mientras que los amantes de la naturaleza están acostumbrados a tener contactos con animales, algo extraño sucedió en aquel día.
Mientras que Darius continuó observando, descubrió que uno de ellos estaba quedando rezagado. Parecía tener una pata lastimada y no podía seguirle el ritmo a su familia. A sabiendas de que la cría de ciervo era la presa perfecta para un predador, él decidió hacer algo al respecto.
Conociendo A La Familia
Darius se aproximó y recuperó a la cría, el llevarla a su casa iba a ser la opción más segura para que pueda sanar. Como Darius es un amante de los animales, no sería una sorpresa que tuviera un par de mascotas como compañeros que se mostraron muy curiosos con el nuevo visitante.
Afortunadamente, todas sus mascotas se comportaron de manera increíble al estar juntos. Esto permitió que Darius enfocara su atención en que el pequeño ciervo recuperara su salud. Él tomó una botella de bebé para alimentarlo de leche y estiró una camiseta en el piso para que sea el lugar de descanso del ciervo.
Compartió Su Conocimiento
Darius utilizaba una plataforma en YouTube para documentar sus experiencias con el ciervo, pero también para educar a otros. En uno de sus videos, él exhibió como se debería de bañar a una cría de ciervo.
Tomando de manera temporal el rol de madre del ciervo, también debía de despertarse por las noches para alimentar a la cría. El proceso era más que atractivo para aquellos que aprecian su dedicación. También era un ejemplo de por qué es tan importante la rehabilitación de la vida salvaje es importante.
Ayudando A Sanar
Darius estabilizó la pata lesionada del ciervo al crear una férula para ella hecha de una caja de avena. Esto le permitió ponerse de pie y caminar de nuevo, lo que ayudó a su confianza y la capacidad de aprender.
A pesar de que él no era ningún experto, Darius investigó sobre lo básico que se debía hacer para cuidar de una cría de ciervo. En aquel entonces, él no quiso involucrarse sentimentalmente debido a que sabía que era cuestión de días para que la cría se marchara por sus propios medios al estar saludable.
Aún No Estaba Lista Para La Vida Salvaje
La pata del ciervo sanó bastante rápido y Darius supo que necesitaba retornarla a la vida salvaje y a su familia. Él llevó a la cría de ciervo al exterior para jugar y la instó a que se liberara, pero ella no estaba lista.
Cada vez que el ciervo corría hacia el bosque, ella retornaba minutos más tarde hacia Darius, el hombre al cual había aprendido a confiar. Por más halagador que ello fuese, él supo que ella necesitaba de aprender lo básico para sobrevivir por parte de su madre, por lo que mientras más pronto regresara a lo salvaje, mejor sería.
Reunida Con Su Familia
Dos semanas más tarde de que Darius la encontrara herida, finalmente el día había llegado. Ella estaba jugando en el exterior cuando identificó a su madre y corrió hacia ella. La cría permaneció con su familia de manera permanente hasta que un año más tarde, todo el grupo retornó al lugar donde Darius los había visto por primera vez.
El lanzó otro video para exhibir lo mucho que había crecido el ciervo. Ella ya no podía reconocer a Darius, pero ello es positivo ya que su conexión hacia él podría haberla puesto en peligro. El progreso probó que Darius había hecho lo correcto.